Las pausas imprevistas que nos revisan…
Ya vamos al medio año y la velocidad de los días arropa la capacidad de gestión haciéndonos revisar las prioridades sostenidas y la organización de nuestros días…
Cada año, para los que me acompañan en el sendero místico del SER en el VIVIR, Dios me muestra el plan del año próximo porVIVIR. En estos meses he perdido la cuenta de las veces que he recordado el “te organizas o te organizan” revelado cerrando el año anterior. Nadie…Ninguno, queda exento de lo que como colectivo nos ofrece el año, solo podemos escoger de qué manera lo pasamos tomando en cuenta lo que cada uno pasa en su momento conforme a sus etapas y periodos con sus frecuencias en subidas o bajadas.
Nuestra mortal humanidad queda limitada a entender las necesidades del SER y se le escapa que lo que es…ES, sin importar qué. Cuando se va por la vida con el SER como prioridad hay que soltar los Marcos de referencia conocidos y comenzar por ampliar la perspectiva reconociendo que cada uno tiene su realidad desde donde se codifica desde lo conocido.
Organizar el SER es la prioridad este año y explicaba que la misión había sido definida por organizarse desde el alma. Por tanto los asuntos pendientes en el VIVIR que son importantes para el SER llegarán este año para ponerlos al día.
Que algún asunto del pasado haya “aparecido” o algo que se vive hoy traiga oculto lo que pasó por el VIVIR sin saber que pasó y el aprendizaje está pendiente, es natural pues hay que organizarse… entonces lo primero es pausar, clarificar y validar para organizar. Cierto es que esto se manifiesta en multiplicidad. En cristiano… todo llega a la vez.
Puede sobrecoger, paralizar, agobiar, desesperar, ajorar, agotar y cuantas cosas más desde la mortal humanidad. La filosofía de vida que se lleva sostiene en lo natural para que el alma encuentre su sendero y evolucione. Este año más intenso pues al ser año bisiesto el desorden es parte natural al tener un día más en lo que conocemos como año.
Si hay desorden en el año, el año trae como prioridad organizarse y ese orden es del SER, sin filosofía con lo sobrenatural integrado el paso por este año va recio e intenso. Si añadimos que se puede estar en una etapa de importancia conforme al año de nacer que se viva es más que comprensible que se pueda sentir que la vida nos arrastra, que Dios nos ignora, que nadie nos entiende y que la cotidianidad nos arropa sobrepasando lo que las emociones altera, nubla las entendederas, paraliza el cuerpo mientras el espíritu toma una tregua hasta que todo se aquieta.
A pausar solo la vida nos enseña pues el descansar es confiar que organizando lo que toca Dios se encarga de todo lo que falta…
Cuando se pausa… se RES PI RA y todo se oxigena…todo se ve de otra manera pues ahí Dios aprovecha para iluminar el alma y te inspiras, llegan las alternativas, las soluciones, las prioridades se ubican, la mente se aquieta, las emociones a favor resuenan, el espíritu gestiona lo que el cuerpo accede sin resistencia.
Y recuerda que esto también va a pasar… aprovecha para organizarte desde el alma, edita tu filosofía de vida, haz lo que te toca y entrégale a tu Dios lo que falta para que el día a día sea llevadero reconociendo que cuando se desborda la intensidad es que se han acumulado las pausas.
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